La brillante China Zorrilla


Ayer sábado en la noche se presentó "Las d´enfrente" en el Teatro Stella.

La figura principal hacía que valiera la pena mojarse y pagar más de $ 500 por estar en la tertulia del segundo piso. Llegar hasta allí no fue tan fácil para varias de las señoras que asistieron. Muchos lentes, pelo corto y vestidos de base negra con flores. Ellas y yo, todas entusiasmadas con ver a esta actriz que nos eriza la piel con sólo escuchar su voz. El Teatro, un poco venido a menos nos ofreció sus butacas de fémures cortos.
Se ve que el percentil de 1895, no era el mismo que el actual. Nuestros gallegos se deben haber reproducido con alemanas, ya que mis cortas piernitas rozaban simpáticamente la nuca de la señora de adelante. 

El lugar para ver a la protagonista máxima era perfecto. Centrada en el medio del escenario un par de pisos arriba, nada se interponía ante mis ojitos inquietos de disfrutar de aquel talento.

Unos tangos con olor a valls daban introducción a la obra. Lo único que veíamos sobre el escenario era una silla con una mesa adelante, y luego tres sillas hacia la derecha y cuatro hacia la izquierda. Claramente China se sentaría en el centro. No tuve dudas. Su capacidad de expresarse con exquisito realismo no se vería opacada por no estar de pie. Su edad justificaba la silla tanto como su intachable trayectoria.

Se dio inicio cuando se apagaron las luces del público y un estruendo de aplausos reveló la presencia de la estrella. Era China que entraba en escena, ayudada por uno de los actores. Se presentaron uno a uno los personajes y se aplaudieron antes de comenzar. No sé si este formato lo había visto antes.

La decisión escénica me pareció brillante.
Todos tenían el libreto en mano y si no estaban en escena, estaban sentados en su silla en el escenario.
Digamos que no entraban y salían de la forma clásica donde uno los ve desaparecer.
Cuando les tocaba su parlamento, se paraban y siguiendo el libreto con sus ojos, actuaban.
De este modo lograron igualar las condiciones, no dejando en evidencia a nadie.
Eso es cuidar a una mujer que tanto nos ha dado.

Su voz y su penetrante mirada lo dijeron  todo. No faltó nada. Eso era lo que yo fui a ver.
Una comediante que con muy poco hace reir. Un papel como anillo al dedo para ella.

Cuando comenzó debo decir que pensé que era una obra argentina y los libretos me hicieron pensar que no lo tenían muy bien ensayado. Luego me di cuenta que era un gesto sublime para cuidarla.
Es lógico que con su edad pueda llegar a fallarle su memoria. Para qué hacerle eso?
Lo mismo con su físico.... si actúa excelentemente sentada, para qué hacer que se pare?
Todos sentados y con libreto. Decisión correctísima para destacar a una excelente artista.

La historia me hizo acordar mucho a "Las de barranco", 
esas familia del Río de la Plata de comienzos de 1900. Vivir la vida como las que viven en frente, como un referente de lo que era deseable. Mas allá que no sea de nuestros días, me parece que contienen temas que permanecen vigentes. Como también me pasa con las obras de Moliere.
Miserias del ser humano que, satirizadas, nos dejan pensando con el gusto dulce del humor.

China Zorrilla, con lucidez envidiable y unas ganas de vivir que destroza los parámetros etáreos.
Sin lifting, sin relleno, sin botox, pero con muchas marcas que a todos nos gustaría tener a su edad.
Son las que evidencian haber vivido y haberse reído en demasía.
 Una mujer auténtica y única. 

Lamentablemente eran tres únicas funciones, siendo la del ayer la final.
Pero si quieren ver algo más de China les dejo este informe.
La periodista quizás no le logre sacar el mejor partido al material que tiene en frente, 
pero vale la pena escuchar lo que China tiene para decir!

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