Descuentos con tarjetas!

Hola! cómo están?

Yo bien, mientras tenga descuentos con tarjetas.
Qué cosa que me calienta... que me digan que no me descuentan nada
porque justo mi Visa Itaú no hace descuentos... qué frialdad para decirlo!!!

Me tendrían que preparar, que una chica me acompañe al probador,
me ayude a sentar, ella se arrodille y mientras me pone las manos en las rodillas, me diga:

"Tengo que decirte algo realmente terrible... duro...esteeee...decime.... estás preparada?"
(si podemos imaginárnosla con los ojos vidriosos, mucho mejor)

Yo le diría que si, pero ya media asustada pensando en el
tsunami de materia fecal que se me debería avecinar...

Ella debería contestar:
"No quiero que esto impacte más allá de esta situación en particular,
me prometés que vas a aislar este hecho del resto de los que ocurren en tu vida?"

Yo ya cagada hasta las patas, le diría que por favor prosiga,
aunque como nena chica me habría tapado los oídos con los deditos índices.

"Sacate los dedos porque sino no me podés escuchar"

Como no me convendría escuchar y ella seguiría haciendo mímica de forma casi eterna,
ahora ya con una genialidad única, actuaría y le haría creer que estoy desmayada.

"No tengo todo el día, no te abuses porque sos la narradora omnisciente"
Ahí tenía razón, podía pasar la vida entera antes de darme la noticia....
"dadadada...dadadad...dadale"
le diría no tan convencida.

"No tenés descuentos con Visa Itaú, tenemos con..."
Ahí por ser tan bruta y prepotente le pegaría una patada en el pecho, agarraría mis cosas
y las de otra clienta y saldría disparada hacia afuera...
tratando de visualizar la salida más próxima del centro comercial.

"Seguridad!!!" gritaría la clienta robada.
Al darme cuenta que ellos también se dieron cuenta, volvería y pediría disculpas, cual loca bipolar.
Ser rápida no es ser idiota.

"Cómo me decís eso!!!!???"
le diría a la vendedora increpándola por mi robo...
casi como si ella me hubiera obligado a delinquir.

"Tenías hasta junio un 20% con OCA y hasta mañana con Santander"...
diría con mucha torpeza, e intentaría tranquilizarme del shock...

Yo sigo el diálogo... porque quiero seguir hablando y porque soy la que escribo... carajo...
"No te lo puedo creer... OCA teníaaaaaaaa!!!! me cache en dié"....y de paso manotearía unos de esos productos baratos del mostrador... y susurrearía:
"ahora tengo que pagar como $ 150 mangos? nomás por gila?"

Y continuaría, ya que el blog también es mío....
"Quién de acá tiene algún descuento de los que la señorita dice?"
("señorita" ya indicaba que yo superaba la franja etárea de los 25... "nena" ya era dirigirme al público mayor de 80, sería una guerra interminable de bastones y dentaduras voladoras al son de "china mugrienta",
"llamen a mis hijas" y "guambia con mi próstata").

La gente se perdería de cuál era mi real tristeza en el lugar, y al observarme lígeramente comenzaría a hacer palmas, como cuando se pierde un nene chico.

"No estoy perdida!!! no soy menor!!
Tengo 29 añitos pero no me da el sueldo para extralimitarme, como de verdad lo merezco"

Y bueno, la situación terminaría por ahí...
con la protagonista abrumada por la pesada carga de la noticia que,
ese vendedora con poca paciencia, depositaría en mi cansada mente.

Y por si no les quedó claro que me las tiro de víctima noble,
pobre del que critique mis malas conjugaciones...y si te dio por hacer eso,
sos un bodrio. Ojalá nunca te hagan descuentos.

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