Collares: atención!



  Hoy les traigo algunas imágenes de collares, pero esta vez no son largos ni con reminiscencias hippies.
Son cortos, y elegantes, con pedrería y con acento de vestimenta formal. Es decir que su uso no se reduce a cuando nos disfrazamos de muñequitas de torta, sino que podemos estar muy casual pero elegantes al agregar este tipo de accesorios.




Yo creo que el cuello, clavícula y homóplatos son zonas del cuerpo que pueden ser utilizadas para desplegar  elegancia. Pero es una justa medida, como las recetas. Si le agregás demasiada harina que queda un plomo, una masa muy tosca. Y acá es igual. Vestidos y accesorios que pongan en valor estas zonas pueden ser muy elegantes y refinados, pero si mostrás todas tus armas, quedás como la masa, tosca.


Este tipo de collares cortos son ideales para cuellos jirafezcos, largos.. 
Con cuello corto quedás como una tortuga tímida.


Me gusta su uso tanto para escotes más cortos, es decir, que el collar se ponga como un peto, por encima de la blusa  (o camisa cerrada, y el peto bien cerca del cuello!!), o de un vestido. Pero también si el escote es más bajo. Para este último uso, en mi opinión, queda lindo si hay una franja de piel visible, o si justo lo ubicamos en el comienzo del escote. Se entendió algo?


Collares artesanales de esta calaña pueden encontrar en Manos del Uruguay.
Yo me compré varios hace años y los amo! 


Recomiendo preguntar por los petos de verano, hechos como con botones forrados
y por los de Laurel.... simplemente divinos!

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